Ema Stere es periodista en la Radio Romania Cultural. Doctora en Filología. Fue editora de libros, profesora asistente y luego profesora universitaria en la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad de Bucarest. Desde 2006 realiza, junto con Attila Vizauer, el programa «Vorba de cultura» (Radio Romania Cultural).
Ha escrito numerosas adaptaciones y guiones originales para teatro y teatro radiofónico y ha publicado sus relatos en las revistas Iocan y Capital cultural.
El siguiente fragmento pertenece a la novela Los hijos de Marcel, ganadora del premio Sofia Nadejde para literatura escrita por mujeres (2020).
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Deniz Otay (1993, Suceava) estudió en la Facultad de Derecho de Cluj. Ha publicado sus poemas en las revistas Steaua, Poesis Internațional y Zona Nouă. Ha participado en lecturas en Atelier, el festival Zona Nouă, Reflector y Zilele Familia. Actualmente estudia psicología y vive en Bucarest.
Mood: litoral
Hubo días en los que existí
solamente para el cuerpo.
No solamente por el cuerpo, sino para él,
para su deleite hedonista.
En la playa con cuasi-amigos
en conversaciones ligeras
sobre dietas y ayunos
que rejuvenecen,
dejo que el sol y la brisa
hagan su trabajo –
orgánica redención, y hacia el paraíso.
En este momento,
todo lo que soy
tengo fuerza para disolverlo.
Qué más significo
sino un conjunto presente
al crepitar de sus órganos,
dejado a merced de la divina materia
y de sus compuestos en continuo movimiento
Una victoria virtual
Entrar en el juego
igual a
confiar en quien pone los puntos en el mapa,
en quien te envía –adónde- al territorio.
¿quién ha hecho vibrar las ondas en el territorio,
las olas?
La sombra jadeando en el agua
(yo sueño tranquila en la orilla. tiempo, tengo.
cien años luz
que pasar por acero y vidrio)
esperará diez minutos a retomar el juego y de nuevo.
Desde arriba, recibo la luz difusa y uniforme
y animada a la vez.
es más plana la vista, pero, como una maqueta,
las cosas tienen menos forma
al recibir la luz desde cualquier dirección.
Nadando en la piscina junto a otras mujeres
tras la felicidad comprendida
en pequeños calderos flotantes de cobre
alguien se mueve por mí
y hace esfuerzos por mí
y músculos en la espalda
y me hace sitio con los brazos
Lavinia Braniște nació en 1983 en Brăila. Estudió lenguas extranjeras en Cluj-Napoca y Bucarest. Debutó en 2006 con el poemario Historias sobre mí, seguido de los volúmenes de relatos Cinco minutos al día y Escapada . Su primera novela, Interior Zero, fue publicada en 2016 y traducida al alemán y polaco y adaptada para el teatro tanto en Rumanía como en Alemania. La segunda novela, Sonia levanta la mano, se publicó en 2019. Ambas novelas ganaron el premio Nepotu’ lui Thoreau al mejor libro de prosa del año y Sonia levanta la mano ha sido galardonada, además, con el premio Sofia Nadejde para literatura escrita por mujeres (2020).
A continuación, podéis leer un fragmento inédito, así como un fragmento de su anterior novela, Interior Zero, aquí.
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Desde Bucarest, Teo Dună nos lee uno de sus poemas (el vídeo tiene subtítulos en castellano, aunque también tenéis mi traducción más abajo).
Con las uñas en la luna
los dedos estirados como una goma, como los recuerdos de la
vida, como un chicle,
con los dedos hacia el cielo sonrío.
Y ellos, como finas lianas de granito,
recorren todo lo recorrible y se hienden en la luna
de inmediato por mis dedos marchan
diez hormigas rojas y de inmediato por el dedo que fue pequeño
comienza a subir una señora tristísima
después mis dedos se convierten de repente en diez escaleras mecánicas
que llevan a la luna y rápidamente se descubre
que mis dedos, allí, son como diez bosques amazónicos y que mis dedos han envuelto con el aire la luna como algodón de azúcar y ahora hay millones de toneladas de aire para una sola narina.
Los niños rompen sus pañales, los prenden y parten
por mis dedos hacia la luna.
Las ancianas se arrancan las arrugas y los rulos,
los pisotean y avanzan rejuvenecidas por la escalera.
Los electricistas cortan con los dientes todos los cables eléctricos,
empiezan a titilar y, sentados en mis dedos,
como árboles de navidad, suben a la luna.
Hasta los muertos salen de la tierra,
se recolocan los huesos mejor, con más elegancia.
Y suben por mis dedos todos los pueblos,
y la madre de los pueblos y los bisnietos de los pueblos suben
por mis dedos hacia la luna
únicamente yo me quedo aquí
maravillosamente solo.
Y cuando siento que no queda nadie,
absolutamente nadie en toda la tierra,
velozmente recojo las escaleras de los dedos
entonces abro la puerta
y empiezo riendo el primer paseo
por un mundo entero
vacío
Dan Coman nos lee uno de sus poemas, incluido en El insectario Coman (La Bella Varsovia, 2019). Aunque el vídeo tiene subtítulos en castellano, os dejo el texto.
julio
la luz no había pasado todavía de los tobillos y nosotros
[nos buscábamos el uno al otro
entre las mesas del Plan B
como niños entre hamacas —
nos tumbábamos boca abajo, en la orilla
y estábamos solos y tranquilos y esperábamos las olas.
y si nos alejábamos,
nos alejábamos poco a poco
porque cada vez nos daba todo más igual
y las corrientes nos llevaban a lo hondo, lejos,
hacia las escaleras de la oficina.
que nos ahogábamos sin que nadie se diera cuenta no era
[difícil de entender —
la luz había pasado — aún más sobre nosotros,
entre hiedra y piedras
y nosotros hombro con hombro en el agua fría de la
[cafetería,
lejos, en lo hondo.
los cuerpos no los podíamos controlar, el corazón
[retumbaba,
el aire — banco de pececillos de colores cambiando
[bruscamente de dirección
entre la gente ruidosa reunida para el festival.
lo único que nos recordaba que aún no estábamos
[muertos
era el olor a patatas fritas —
la mancha de aceite que aparecía a nuestro alrededor,
coloreándonos los hombros.
y no había nadie observando cómo nos alejamos,
cómo nos quedamos solos, cómo tiembla la sombra en los
[huesos.
y lo que ellos, en las mesas,
podrían haber identificado como desesperados gestos de
[socorro
eran solamente unos fugaces abrazos
entre camareros.
evitamos unas cuantas mesas, a los conocidos,
[adelantamos a
las últimas gaviotas. cuando ya no se veía la luz
encontramos las escaleras:
rocas al final del mar, piedras quemadas por el sol
en las que nos subimos de unos cuantos movimientos.
allí, en la oscuridad, nos acabaron encontrando:
flotando uno junto al otro junto a la puerta de la oficina
sin rumbo, boca arriba.
La semana pasada, mientras hablaba con mi señora madre, recibí una llamada de un número desconocido. Suelo coger siempre… y bien que hice. Era de Onda Cero. Estaban buscando a Marin Malaicu-Hondrari y, como no tiene redes sociales, dieron conmigo y me pidieron que los pusiera en contacto.
Jaime Cantizano y su equipo le realizaron la entrevista que aquí os dejo, una de las más emocionantes y mejor documentadas que he visto últimamente sobre todo el recorrido de Marin, de Apropierea/Cercanías/Parking… Muy redonda, muy bonita.
Emocionantes las palabras de Luis Bermejo sobre el libro. Emocionante, diez años después, escuchar a Marin contar esta historia que sigue escribiéndose.
Palabra Voyeur ha hecho una versión de «La planta porno», de Dan Coman. La podéis escuchar aquí.
esta mente hiperdisciplinada, y por eso siempre un paso por delante de mí, en menos de 40 años se ha extendido como un hongo sobre todas las demás partes del cuerpo. ha obstruido las tazas de café, ha aplastado los cigarros los bolsillos, ha controlado en la sangre cualquier manifestación de la alegría. una cabeza grande y vacía, llena tan solo de frío y falta de memoria. he resistido al amor, a la inteligencia y a la moral. he hecho frente a todas las emociones al talento y a la constante presión del vientre. ahora mi mente es una enorme planta prono llegada a la madurez sobreviviendo ella sola en un organismo devastado.
Autor: Dan Coman Traducción: Elena Borrás Música: Lisi Búa Vídeo: Ainara Pardal Voz: Juan Megías
Adrián (Mihai Smarandache)es un joven rumano que en 2002 llega de forma ilegal a España. En Córdoba comienza a trabajar como vigilante nocturno de un concesionario de coches de segunda mano y entabla una estrecha relación con su jefe, Rafael (Luis Bermejo) y con la pareja de este, Mercedes (Ariadna Gil). Los días pasan, monótonos, hasta que la visible degradación de un negocio que pronto dejará de darles de comer desata una serie de acontecimientos. Entre ellos, el encuentro con María (Belén Cuesta), la guitarrista de un grupo de jazz y la tensa relación con Carlos (Manuel Bandera), un mafiosillo local que pondrá a Rafa entre la espada y la pared.
Dirección: Tudor Giurgiu Reparto: Mihai Smarandache, Belén Cuesta, Ariadna Gil, Luis Bermejo, Manuel Bandera. País: Rumanía / España Duración: 110 minutos Año: 2019 Género: Drama Estreno: 15 de mayo del 2020 (Filmin)
«Los excelentes Luis Bermejo, Belén Cuesta y Ariadna Gil acompañan al magnífico actor rumano Mihai Smarandache, con ese inconfundible castellano de futbolista del Este casi recién llegado a LaLiga y que ya habla el idioma mejor que muchos de nosotros. Un cuarteto de seres humanos a la deriva, perdedores de antemano, mentirosos más por necesidad que por naturaleza, con los que Malaicu-Hondrari y Giurgiu han compuesto una obra con un punto de poesía de la cotidianidad, a la que acompaña una envolvente banda sonora de Julio de la Rosa.»
El escritor moldavo Alexandru Vakulovski, amigo y compañero de más de una intensa noche de charlas en grupo y desvaríos literarios, me envió desde Chisinau unas preguntas que yo respondí (con la inestimable ayuda de Margareta) desde Salamanca.
Está en rumano, sí. Pero me hace ilusión que quede aquí plasmada. Y quizás, en algún momento, pruebe a subtitularme.
Cualquiera que me conozca un poco sabe que Marin Mălaicu-Hondrari es uno de mis escritores rumanos favoritos. Su novela Cercanías es tan especial que necesitaría unas doscientas entradas de blog para explicar la relación que tengo con ella y lo mucho que ha marcado mi historia con/en Rumanía. En este vídeo, Marin nos habla de Cercanías y su adaptación cinematográfica, Parking (en castellano). Echadle un vistazo.
Por cierto, si queréis leer un fragmento de Cercanías o de otras dos de sus novelas, El libro de todas las intenciones y El francotirador, podéis hacerlo aquí.
DEL LIBRO A LA PELÍCULA: CERCANÍAS / PARKING, con el escritor Marin MĂLAICU-HONDRARIDespués de tres largometrajes de ficción más cercanos a lo que Tudor Giurgiu consideraba que el público rumano quería ver en la gran pantalla —amor lésbico en "Love Sick" (2006), comedia accesible en "De caracoles y hombres" (2012) y la lucha contra la corrupción del biopic "Why Me?" (2015)—, con "Parking" el director ofrece una visión más firme y segura y una actitud menos inclinada a ceder ante las misteriosas expectativas del público. Este acercamiento más maduro puede explicarse, en parte, porque la película se basa en "Cercanías", la novela autobiográfica de Marin Malaicu-Hondrari,poeta rumeno, que ha escrito el guión junto al director.
Publicada por Icr Madrid en Martes, 28 de abril de 2020
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